martes, 27 de octubre de 2009

Heridas Encadenadas

Los susurros se cuelan
por la puerta grande
por que no hay nadie protegiéndola.

Las defensas han sido
eliminadas de buena gana.
Las defensas
que mantenían fuera el amor,
pero que también protegían
del dolor de estar
vivo.

Dolor que también entró
y campó a sus anchas,
levantando a su paso
los rescoldos de sentimientos
pasados.
Dolor que encontró el lugar
que antes ocupaba
y desde allí comenzó a extender
su insidiosos susurros.

Susurros que poco a poco
penetraron los cimientos del castillo que
fué
y que ahora es corazón
y lo debilitaron.
Susurros que acompañaron
a cada una de las visitas.

La primera visita fue
una consecución de deseos
errados
y di caminos equivocados.
Visitante y amo del corazón
nunca se vieron las
caras,
aunque se comunicaron
con el resonar de sus
voces
en las paredes del corazón que fue
castillo.

La segunda visita vino del
pasado,
rodeada de dulces recuerdos de aquella
juventud
en la que el torbellino de
sentimientos
lo movía todo.
La primera visita fue breve,
trajo consigo la parte del
corazón
que había robado antes
de que se construyese el castillo a su
alrededor.
Pero al irse se llevó una parte del
castillo
que se había convertido en
corazón.

La tercera visita
iluminó
todos los caminos por los que pasó.
La tercera visita recompuso con su +
luz
el daño que las anteriores visitas
habían marcado en las paredes del
corazón.
Pero su luz se fue apagando
poco a poco.
Y la oscuridad que la siguió fue
dolorosa,
pero no tanto cómo en las anteriores ocasiones,
ya que inmediatamente llego una
cuarta visita.

La cuarta visita era más hermosa e inteligente
que todas las anteriores.
Estableció campamento frente al
corazón,
y lo visitaba todos los
días,
pasaba horas hablando con el dueño
del corazón que fue castillo
y antes corazón también,
y su interés parecía evidente.
Pero cuando el amo le
preguntó
ella dijo no estar interesada,
aunque no marchó,
sino que retornó a su
campamento.

Y fue en ese momento
cuando el amó decidió que su
corazón
debía tornarse de nuevo en
castillo.

Armadura

Cuando hace años me puse una
armadura
sabía muy bien lo que hacía.

El error ha sido pensar que podía
quitármela,
pensar que sería capaz de controlas
el huracán de emociones sin control
en el que me convierto cuando no llevo
armadura.

Estoy harto del dolor,
estoy harto de sufrir,
estoy harto de amar y no ser correspondido.
Es hora de volver a ponerse la
armadura.
Es hora de volver a ser yo el malo,
de volver a ser yo quien haga daño,
no quien lo sufra.
Es hora de volver a llevar
armadura.


domingo, 25 de octubre de 2009

Día a día mueres un poco

¿Cómo le pido a alguien que esté ahí
si yo no voy a estar mucho tiempo?
Si una espada flota sobre mi cabeza
esperando
a que pase el tiempo
y caer
y cercenar mi vida.

¿Cómo se sobrevive si día a día ves
que te pudres por dentro y mueres?
Si cada día es una lucha continua contra
mi cuerpo
que cada día que pasa está
más decompuesto
más muerto.

¿Cómo luchas una batalla si sabes
que has perdido la guerra antes de empezar?
De donde se sacan las fuerzas para seguir
viviendo
cuando ya no tienes fuerzas
y día a día
mueres un poco.

Tendré que sacar fuerzas de mi propia
flaqueza,
debilitándome así aún más.
Tendré que exprimir mi fuerza de
voluntad,
agotándo mi alma aún más.
Pero seguiré caminando hasta que caiga
muerto.

Tocado y Hundido

Derrotado.
Vencido por el Enemigo interno
que como cancer que es
extiende su podredumbre hasta en mi
alma.

Vencido.
Lo que nunca pensé que pasaría
ha tardado tres años en suceder
el Enemigo me venció
ayer.

Tocado.
Las fuerzas me abandonan,
no me siento capaz de luchar
y mucho menos capaz de
vencer.

Hundido.
Hoy me siento hundido,
sin fuerzas con las que seguir luchando
ni abrazos que como baterías me
recarguen.

lunes, 27 de abril de 2009

Tantos Años

Tantos años.

Tantos años sin saber de ti, 
tantos desde que fuiste uno de los soles que iluminó 
mi camino.
Tantos, desde aquel primer beso furtivo
que sigo recordando cómo el mas
dulce
que me han dado en mi vida.

Tantos años, 
tantos, desde que te fuiste al lejano oriente,
y tu sol dejó de iluminar mis días.

Tantos años sin escuchar la miel de tu voz,
tantos sin sentir la calma y la paz que me proporciona
tu presencia.
Tantos, desde que dejé de verte,
pero solo una semana desde que 
pensé 
por última vez en ti.

Tantos años, 
tantos, desde que te fuiste al lejano oriente,
y tu sol dejó de iluminar mis días.

Tantos años sin poder verte sonreir,
tantos que había olvidado que la Belleza tiene 
tu nombre.
Tantos años, pero cuando he vuelto a ver 
el sol amaneciendo en
tu cara
he recordado de nuevo que te amaba.

Tantos años, 
tantos, desde que te fuiste al lejano oriente,
y tu sol dejó de iluminar mis días.

Tantos años han pasado desde que te vi por última vez
tantos que te quiero aún cómo el primer día.

jueves, 19 de febrero de 2009

Un pensamiento suelto

¿Sabes qué te digo?
¡A la mierda con todo!
Al final lo único que importa cuando te mueres
es saber que has hecho lo que has 
querido.
Es saber que te has reído, 
y que lo único que te ha importado es ser
feliz.

martes, 17 de febrero de 2009

Recuerdo.

Recuerdo.
Estos últimos días he recordado
muchas cosas de mi pasado.
Cosas buenas, y cosas malas.

Recuerdo
que una vez, estando sentado en un parque
japonés
junto a una cascada que daba a un lago
vi en un árbol el verdadero sentido de la
felicidad,
y aprendía a imitarlo.

Recuerdo.
Recuerdo porqué aprisioné mis
sentimientos
en una armadura que poder llevar
cómodamente
para no tener que quitármela
siquiera cuando me acostase contigo
quienquiera que seas.

Recuerdo
que es lo que significa dejar que mis
sentimientos
campen a sus anchas por mi interior.
Recuerdo que efecto que tienen,
como serpientes aprisionando el
corazón.
¿El mío o el tuyo?

Recuerdo.
Recuerdo que es lo que hice para no
agostar
a quienes se acercasen,
para poder tener un poco de calor en mi
corazón,
para poder llenar el vacío que soy
debajo de la armadura.

Recuerdo todo eso, y lloro.
Porque entiendo el porqué de todo
Porque discierno los motivos tras la armadura.
Porque recuerdo que me llevó a ponérmela.
Porque recuerdo que me impidió recordar ser feliz como un arbol.

sábado, 14 de febrero de 2009

Un día soleado y frío.

Un día soleado
en el que debería estar con la persona amada.
Un día soleado,
pero el sol no calienta mis entumecidos huesos,
para eso necesito tu sonrisa.
Un día soleado
en el que querría estar contigo,
pues así me han grabado a fuego en mi
mente
que hoy debería estar con la persona amada.

Un día soleado y frío,
que voy a pasar solo
con la única compañía de un calefactor
que ni es tu sonrisa,
ni desentumecerá mis huesos,
pero por lo menos calentará la habitación.

Un día soleado y frío,
que voy a pasar solo.
No solo
por que la confusión sea el estado de mis
sentimientos
sino por que tú estás muy lejos
y por que no puedo abrazarte
de la forma que quiero hacerlo.

Un día soleado y frío,
que voy a pasar solo.

viernes, 6 de febrero de 2009

Heriodo y confuso.

Herido, 
mi pecho sangra.
Confuso,
mi corazón duda,
manojo de sentimientos
opuestos.

Algo oscuro viene, 
lo siento en mi interior,
noto como crece, 
segundo a segundo,
noto la catástrofe acercandose.
Premonición sangrante 
de un futuro solitario, o
locura pasajera 
con el único objetivo de hacerme 
sufir.

Herido, 
mi pecho sangra.
Confuso,
mi corazón duda.

Sentir opuestos es mi 
especialidad
como si el caos fuese mi estado 
natural
como si el dolor fuese aquello que
deseo.

Dolor es lo último que deseo,
pero tantas veces lo he tenido ya
que medrar en mi propio dolor,
es algo natural,
inconsciente.

Herido, 
mi pecho sangra.
Confuso,
mi corazón duda.

Siempre salgo más fuerte,
pero siempre vuelvo a sufrir 
cuando amo.

Cura para el Dolor

¿Hay una cura para el dolor?
El Hombre del Sueño encontró una,
pero le acabó matando.
Escucho una voz que me susurra mis miedos,
quiere que actúe guiándome por ellos
quiere que me acerque a ellos para mirarlos a la
cara.
Pero yo le digo:
“Ahora me quiero sentir bien.
No pienso hacer caso a tus recomendaciones,
pues si tengo miedo solo conseguiré que suceda
lo que tengo miedo que pase”.

¿Hay una cura para el dolor?
En tu sonrisa podría haber encontrado una
si hubiese dejado de temer tus abrazos,
si hubiese dejado de temer que alguien me
amase.
En tu mirada podría haber encontrado la cura
¿seré honesto conmigo mismo
aunque solo sea por una vez
y me dejaré llevar por lo que siento?

¿Hay una cura para el dolor?
¿O es la cura al mismo tiempo
el veneno que me mata?
Ahora lo veo claro,
si me enamoré de ti es porque
sabía
que no me ibas a corresponder.
Si me enamoré de ti es porque
escuché
a la voz que me susurra mis miedos.

¿Hay una cura para el dolor?
La habrá si lo permito.
La habrá si abro mi corazón a lo que
siento,
si no tengo miedo de amar,
si no tengo miedo de enamorarme.
Solo habrá una cura para el dolor
si no escucho al que me susurra mis miedos
si me quito mi pesada armadura
y la dejo a un lado.

martes, 3 de febrero de 2009

Dulce y Sangrante

Anuncios dolorosos en las rebajas,
almas a la venta por un precio
indecoroso.
Culpas lanzadas a diestro y siniestro,
y batallones de muertos que se alienan
para ser culpables.

Oh dulce perversión!
Oh sangrante beldad!
Que con labios morados
bendices mi perdición.

Anuncios descarnados de bondad,
almas meciéndose al viento
huracanado.
Culpas tragadas por amor a uno mismo,
y batallones de penas expuestas
para ser compradas.

Oh dulce olvido!
Oh sangrante pasión!
Que siendo tan dolorosa
bendices mi ruina.

Anuncios consumidos de ilusión,
almas doloridas por un sentimiento
quimérico.
Culpas entregadas a los inocentes,
y batallones de estupidez preparada
para ser compartida.

Oh dulce desenfreno!
Oh sangrante exaltación!
Que con tu exuberante alegría
bendices mi destrucción.

lunes, 2 de febrero de 2009

Lágrimas de oro

Lagrimas de oro en mis ojos,
turbulencia líquida que abrasa la piel 
al caer,
dejando surcos de piel abrasada,
surcos que tus dedos pueden recorrer.

Lagrimas de oro en mis ojos,
sin tener un porqué, aunque si un 
por quien.

Lagrimas de oro en mis ojos,
mi corazón se siente confundido y 
roto,
a remendarlo y volverlo a romper,
a remendarlo y volverlo a romper.

Lagrimas de oro en mis ojos,
sin tener un porqué, aunque si un 
por quien.

Lagrimas de oro en mis ojos,
debilidad líquida fomentada y creada
por mi, 
sin tener un porqué, aunque si un 
por quien.

Noche oscura y fría

La noche ha sido oscura y 
fria,
pero el alba ya se acerca, y
el sol
inundará los valles de mi cuerpo.

La noche ha sido oscura y 
fria,
pero en los momentos mas 
gélidos
otro cuerpo ha calentado el mío.

La noche ha sido oscura y 
fria,
pero el calor que desprende tu
sonrisa
ayuda a cerrar las heridas.

miércoles, 28 de enero de 2009

Silencio

Escrita el 6 de enero.

Silencio.

Mi casa está silenciosa.

Cómo si las paredes fuesen muy gordas,

[lo son]

cómo si no dejasen pasar el sonido

[ni el sonido ni tu cariño, no sea que me guste]

Silencio.

Silencio es todo lo que escucho cuando

presto atención a los ruidos de mi

corazón

[Y no es que no haya ruídos,

es que no quiero escucharlos;

me da miedo darme cuenta de a quien quiero]

Silencio.

Mientras no me permita oír solo escucharé silencio.

Que tenga el oído dañado nada tiene que ver.

Solo mi voluntad afecta a lo que escucho,

y aunque diga que quiero oír el silencio

realmente lo que quiero es oír a mi corazón latiendo.

martes, 27 de enero de 2009

Dioses Sin Habla

"¡Estúpido, 
tus dioses no te ayudaran por mucho que les 
implores!"
Me grita el cruel viento del 
Norte
que como si de una violenta voz se tratase 
hiere mi corazón descubierto.

"¡Estúpido, 
tus dioses no te ayudaran por mucho que les 
implores!"
¿Pero quien ha dicho nada de implorar?
He pasado mas allá de implorar.
Mi destino funesto depende de mi y solo de mí
no hay más predeterminación
que la que yo me predetermino para mi 
mismo.
Pero no es viento lo que me golpea
ni voz magullada
es ver a otro en tu corazón
lo que me ha dejado
sin habla.

"¡Estúpido, 
tus dioses no te ayudaran por mucho que les 
implores!"
Ah, pero si lo hacen, 
por que yo albergo mis dioses 
en mi interior. 
Dentro de una caja torácica rota, 
como la dejaste al llevarte lo que era 
tuyo.

"¡Estúpido, 
tus dioses no te ayudaran por mucho que les 
implores!"
Ah, pero si lo hacen. 
Los viejos rituales funcionan.
Bañarse en el mar a la luz de la luna de Belthane,
jurar sobre tumbas vacias.
Y así, pasarán los días, hasta que mis heridas se curen
por la magia ancestral que me mueve...
Y llege otro tú que me robe otro corazón.